sábado, 26 de diciembre de 2015

Cuentos de viajero II - Un viaje compartido -Capitulo I

[Si bien esta historia esta basado en hechos reales muchos de los personajes y las circunstancias fueron alteradas, anuladas o inventadas para transformar esta historia en cuento de ficción, por lo cual no se pueden considerar estos hechos que se describen a continuación como una historia real o una anécdota]

El 25 de Octubre fue una fecha de la que se hablo durante todo el año en Argentina, era importante porque ese era el día dispuesto desde hacía mucho tiempo para las elecciones nacionales, que definirían muchas cosas para la gran mayoría de Argentinos, por otro lado ese mismo día se jugaba muy lejos de allí las semifinales del mundial de rugby donde los pumas, como se conoce a la selección Argentina, enfrentaba a Australia en un partido que podía ser histórico para el país. Finalmente ninguna de las dos cosas fue tan importante como se lo esperaba, los pumas perdieron y las elecciones resultaron en un empate técnico por lo que se definirían en una segunda vuelta en Noviembre.

Pero ese día hubo otro acontecimiento importante en Argentina, quizás no era importante para todos los habitantes, la realidad es que solo fue importante para una persona y esta es su historia, o parte de ella.
Sebastian había empezado su viaje alrededor de 20 días atrás, este era su gran sueño desde hacia mucho tiempo y ahora lo estaba haciendo realidad, lo cual lo tenía muy feliz. Ya había recorrido la provincia de Tucuman, también Salta y ahora se encontraba en el pequeño pueblo de Humahuaca en la provincia de Jujuy.

Ese domingo 26 se levanto muy temprano para ir a la comisaria local a declarar que estaba a mas de 500 km de su domicilio, en realidad estaba a más de 2800 km, y que por eso no podía votar ese día, antes de salir del cuarto compartido del hostel se percato de que el día anterior había llegado mas gente. Cuando termino con el tramite volvió al hostel para desayunar donde un hombre mayor que lo vio solo y tenia ganas de hablar intentaba explicarle como hacerse rico sin trabajar, Sebastian lo escuchaba y asentía pero no le interesaba y sabia que todo lo que el hombre le decía eran pavadas, al final le acepto la tarjeta y se fue de nuevo a la habitación para no tener que seguir escuchándolo.

Y ese fue el momento, cuando ingreso a la habitación, ahí la vio. En ese momento no lo supo, solo era una chica, una chica muy linda pensó, pero había visto muchas chicas lindas en lo que llevaba de viaje, no era nada del otro mundo hasta que la desconocida se volvió hacia el y le sonrió. 

Como suele suceder en los hostels de viajeros estas dos personas comenzaron a hablar, ella a pesar de ser extranjera tenia un español muy bueno. Los dos ya conocían la conversación a la perfección. En estas conversaciones de hostel, por llamarlas de alguna manera, el nombre nunca es lo primero que se pregunta, realmente no es importante, la primer pregunta es de donde sos, luego hace cuanto que estas viajando y que lugares visitaste (se hacen algunos comentarios sobre esos lugares) y por último se pregunta por el próximo destino. Resulto que ella acababa de llegar desde Iruya y ese era el próximo destino de él, ese mismo día después del partido de los pumas partiría hacia el pueblito que se encuentra escondido entre las montañas. Ella le ofreció sus mapas del lugar y le recomendó un lugar para dormir, luego se retiro de la habitación para ir a desayunar. Él se quedo pensando en que había una energía diferente en ella, era una luz muy pura y eso reflejaban sus ojos, de los cuales no podía descifrar bien el color.

Ese mismo día Carlos, el dueño del hostel La Antigua, decidió hacer un asado para ver el partido de los pumas con los huéspedes y su hermano que estaba de visita. Sebastián aún conservaba una botella casi llena de Fernet que había comprado en Tilcara unos días antes y decidió salir a comprar hielo para preparar la tradicional bebida y tomarla durante el asado. Cuando se disponía a salir del hostel escucho la voz de ella, sí ella, que se ofrecía a acompañarlo. Definitivamente había algo especial en ella.


Cuando volvieron con el hielo el cortó una botella de gaseosa por la parte superior, colocó el hielo dentro, la lleno hasta un poco mas de un cuarto con Fernet y el resto con Coca Cola. Ella ya había probado el Fernet con Coca antes y acepto gustosa la invitación.
El asado no fue fácil de hacer, por la gran altura sobre el nivel del mar del pueblo el oxigeno es mas escaso y el fuego es más difícil de prender, ademas como suele suceder el carbón se hizo poco y Sebastian tuvo que salir a buscar algún lugar abierto al mediodía donde le vendan otra bolsa de carbón. 
Al final los obstáculos fueron superados y el asado se pudo comer a la perfección, el Fernet paso de mano en mano como es costumbre y, al final del partido, a pesar de la decepción de la derrota del equipo Argentino y todo el fernet que había tomado Sebastián ya estaba un poco alegre como se dice. 

Después, durante la sobremesa siguió charlando con ella de distintos temas, así supo que tenían casi la misma edad y otros aspectos de su vida, hasta que de un momento a otro la camioneta que iba a llevarla a ella a un tour llegó y casi en un parpadear ella se despidió y se fue corriendo alegremente. El se quedo ahí como si nada sin entender que había pasado y pensando que nunca la volvería a ver. Por suerte durante la charla le había pedido su Facebook y decidió enviarle un mensaje para compensar la despedida con sabor a poco que había vivido un instante atrás.
El escribió lo siguiente:

- Gracias por los mapas de Iruya. Sos muy linda, me enamore jaja quizás nos veamos en Bolivia, suerte!!!

Después agarro su mochila, se subió al colectivo que iba a Iruya y se durmió sin importarle el resultado de las elecciones, de hecho ni siquiera recordaba que había elecciones, solo pensaba si tendría alguna chance de volverla a ver.

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